Es vital conocer la personalidad de nuestra mascota para identificar algún cambio comportamental. A continuación te mostraremos algunas señales de alerta que demuestra que un gato está enfermo, así actuarás a tiempo y no cuando algo grave haya pasado.
Observa si se convierte en un gato agresivo de repente o un gato depresivo. Esto te está indicando que algo pasa.
Examina sus características físicas como su pelaje, orejas, nariz y boca. Observa si tiene un comportamiento inusual en su acicalada o lo dejó de hacer por completo. Si ves que tiene pupilas dilatadas, ¡tu gato está enfermo! Debes llevarlo al veterinario de inmediato.
Revisa cuánto tiempo pasa dormido o con insomnio. Ten presente si lo ves sin energía o tendido en el suelo sin movimiento.
Examina si tiene fiebre con un termómetro.
Revísala constantemente, en especial los restos de excrementos y orina, puesto que en ellos puedes encontrar señales como sangre, moco o cambios en el color. También puedes verificar si tiene diarrea, estreñimiento o si presenta vómito con bolas de pelo.
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Habitualmente, cuando un gato está enfermo, cambia su apetito, comiendo excesivamente o, por el contrario, no prueban bocado alguno. Debes prestar atención si el gatito come las raciones de comida que le dejas.
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Calcula la cantidad de agua que le estás dejando y lo que en realidad está tomando tu gato. La cantidad de líquido que bebe tu minino dependerá de si come alimento húmedo (en cuyo caso es poco común que beba agua) o seco (en ese caso es normal que lo haga).
Si observas que está teniendo movimientos extraños o posiciones indebidas. Puede ser que su estómago, esófago o intestino están mostrando alertas de alguna enfermedad.
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En caso que lo esté haciendo de forma desesperada, se debe revisar la presencia de parásitos o patologías asociadas a la piel.
Si presenta cualquiera de los anteriores síntomas, tu gato podría estar enfermo. Lo apropiado es que lo lleves de inmediato a tu veterinario de confianza, para determinar su diagnóstico.
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