¡Bienvenido(a) al mundo de los gatos! Donde la alegría de tener un amigo felino es inigualable. Sin embargo, esa experiencia puede resultar desalentadora si tu gato ha sido diagnosticado con inmunodeficiencia felina. Pero, ¡no temas! En este blog exploraremos las mejores formas de apoyar y cuidar a tu felino, asegurándonos de que tenga una vida feliz y saludable. Además, la información que encontrarás a continuación fue suministrada por Sergio Cortés, médico veterinario zootecnista de la Universidad de la Amazonia, especialista de la Universidad de La Salle en medicina interna de pequeños animales. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
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La Inmunodeficiencia felina (VIF) o sida, es considerada una de las enfermedades más graves que ataca a los gatos sin importar su edad. Es producida por un retrovirus, el cual va deteriorando su sistema inmunológico (defensas de su cuerpo), atacando sus leucocitos o glóbulos blancos, lo que hace que viva durante muchos años con la infección y en algunos casos sin presentar síntomas.
Es un virus específico que solo afecta a los gatos, no infecta a humanos u otras especies. Se contagia a través de la saliva y la sangre; en ocasiones es transmitida desde el nacimiento por la madre. Del mismo modo, se puede dar por transfusiones de sangre o por la mordedura de gatos con este virus; por ello, es común ver que los gatos callejeros son más propensos a contagiarse.
En algunos casos, el felino no presenta ninguna sintomatología; en otros, se nota cuando el gato ha perdido peso, su pelaje se cae constantemente y se pone opaco, presenta pérdida del apetito, fiebre, lesiones en la boca, problemas dentales de estomatitis; también, puede mostrar infecciones de piel recurrentes, diarrea y hasta alteraciones al respirar. Cuando el virus de la inmunodeficiencia felina se encuentra en etapas avanzadas, sufren de anorexia extrema eincluso alteraciones en su comportamiento.
Para tener en cuenta: Los síntomas pueden presentarse individualmente, en grupo o puede que el gato sea asintomático.
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En la cita general con el veterinario, se realiza un test de inmunodeficiencia. Es un examen de sangre que determina si el paciente es diagnosticado positivo o negativo, además de una prueba ELISA o tipo PCR.
Es importante tener en cuenta que un resultado positivo en la prueba no significa necesariamente que tu gato esté enfermo. Algunos gatos pueden eliminar el virus por sí solos y no desarrollar síntomas del VIF. No obstante, es crucial hablar con tu veterinario para entender los resultados y tomar las medidas adecuadas para proteger a tu gato y prevenir la propagación del virus.
Una vez confirmado el diagnóstico de la inmunodeficiencia felina en tu gato, es relevante informar a tu veterinario sobre cualquier cambio en su salud y seguir las recomendaciones de tratamiento adecuadas.
Actualmente, no existe una cura para la deficiencia inmunológica felina. Sin embargo, hay opciones de tratamiento disponibles para ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de tu gato. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
Al igual que en el tratamiento del VIH en humanos, se pueden usar medicamentos antirretrovirales para ayudar a controlar la replicación del virus y fortalecer el sistema inmunológico de tu gato. Estos medicamentos deben ser recetados y supervisados por un veterinario.
Si tu gato ha desarrollado infecciones u otras enfermedades relacionadas con la inmunodeficiencia felina, es importante tratarlas de manera adecuada. Tu veterinario puede recomendar antibióticos u otros medicamentos para abordar las infecciones y problemas de salud asociados.
Es fundamental proporcionar cuidados de apoyo y manejar los síntomas de tu gato. Esto puede incluir proporcionar una dieta equilibrada y nutritiva, mantener un ambiente limpio y libre de estrés, además de brindarle atención y cariño constantes. Puedes preguntar a tu veterinario por Inmunoforz, unos bocaditos con sabor a pollo que contienen L-lisina y DMG, los cuales favorecen el sistema inmunológico y ayudan a la formación de colágeno y reparación de tejidos.
Dedica tiempo todos los días para jugar, acariciar e interactuar con tu gato. El tiempo de calidad fortalece el vínculo entre ustedes y ayuda a mantener su bienestar emocional. Por otro lado, bríndale un entorno enriquecido con juguetes interactivos, gimnasios para trepar y espacios de juego para mantener a tu gato mental y físicamente estimulado. Un entorno enriquecido ayuda a prevenir el aburrimiento y el estrés. En adición, ofrécele refugios seguros y tranquilos donde pueda retirarse cuando se sienta estresado o ansioso.
Recuerda que el éxito de su tratamiento radica en chequeos veterinarios rutinarios y de la disposición que tengas de cuidar la salud de tu gato con inmunodeficiencia felina.
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