En Colombia es común escuchar la frase “viven como perros y gatos”, y esto se debe a la creencia de que ambas especies no pueden convivir juntas. Sin embargo, está comprobado que muchos perros pueden vivir en paz con amigos gatunos, a menudo formando una relación cercana donde duermen juntos o se limpian entre sí. Aunque no es siempre el caso, no todos los perros pueden o deben convivir con gatos, y del mismo modo, no todos los gatos deben convivir con perros.
Algunos gatos pueden estar muy nerviosos con los perros e incluso un perro tranquilo puede asustar tanto a su gato que su bienestar se vea comprometido. Por eso, aquí en Gabrica, hablaremos de cómo relacionar bien a perros y gatos que van a convivir en un mismo hogar.
Lo primero que debes saber, es que las presentaciones entre perros y gatos deben ser GRADUALES y CONTROLADAS, por ejemplo, debes saber que perseguir es muy emocionante para los perros, ¡Así que es vital que no permitas que practiquen este comportamiento con los gatos! Evita las persecuciones con la separación física y proporciona muchos lugares para que tu gato se escape y se esconda.
Es ideal el uso de feromonas apaciguadoras para evitar conflictos entre perros y gatos.
Las feromonas para perros ADAPTIL liberan “mensajes de seguridad” para ayudar a los cachorros y perros a sentirse protegidos y tranquilos en situaciones de estrés, como lo es la introducción de una nueva mascota en el hogar.
Y Las feromonas para gatos FELIWAY hacen felices a los gatos y evitan signos como marcaje con orina, arañazos, peleas o esconderse.
El olor es una forma de comunicación extremadamente importante tanto para perros, como para gatos. Así que trata de presentar a sus mascotas entre sí antes de traer a su nuevo miembro de la familia a casa. Para ello, pide una manta o un juguete que huela a tu nueva mascota y colócala en el medio del piso para que tu mascota residente investigue a su propio ritmo.
Del mismo modo, dale al cuidador actual de tu nueva mascota una manta o un juguete que huela a tu mascota actual para que pueda hacer lo mismo.
Establece un “área central” para cada mascota donde se sientan seguros comiendo, bebiendo, descansando y yendo al baño. Asegúrate de que tu gato pueda acceder a todos sus recursos sin que tu perro lo siga y que siempre pueda escapar de tu perro si alguna vez se siente amenazado.
E igualmente verifica que tus mascotas estén separadas con barreras físicas, como puertas para bebés o manteniendo las puertas cerradas, al menos a corto plazo.
En la primera semana más o menos después de traer a su nueva mascota a casa, continúa “intercambiando aromas”, artículos, como mantas o un trozo de tela en el que el perro o el gato hayan dormido hasta que no haya señales que sugieran que tus mascotas están molestas por estos olores, como que el gato evita los artículos.
Tu gato y tu perro deben mantenerse físicamente separados en todo momento, a menos que estés allí para supervisar activamente y recompensar el comportamiento apropiado. Si tu gato decide entrar en la misma habitación que tu perro, es importante que tu perro lo guíe y que lo recompenses por su comportamiento tranquilo.
Tu gato nunca debe ser forzado a estar en la misma habitación que tu perro y debe tener acceso a muchos estantes y rutas de escape en caso de que se sienta amenazado por tu perro. Las puertas para bebés generalmente funcionan bien para permitir que el gato escape sin que el perro pueda seguirlo.
Nunca sujetes a tu gato para presentarlo a tu perro, siempre debe tener la opción de acercarse o alejarse de tu perro. Si muestra un comportamiento amenazante hacia su perro, incluso si el perro está tranquilo y tu has intercambiado olores con éxito, mantenlos separados físicamente y busque el consejo de un etólogo calificado.
Ten un control directo sobre tu perro y recompénsalo por estar tranquilo en presencia de tu gato. Con el tiempo, tu perro debería poder mantener la calma y concentrarse en ti ante la presencia de tu gato, y tu gato debería ganar confianza junto a tu perro
Si tu perro trata de perseguir a tu gato, o está emocionado por su presencia, no permitas que estén tan cerca, e inicia de nuevo con la presentación gradual, comenzando con el intercambio de aromas. No regañes a tu perro, simplemente aléjalo e inténtalo de nuevo a una distancia mayor.
Siempre ten una barrera física entre tus mascotas y/o mantén a tu perro con correa hasta que estés seguro de que están tranquilos y relajados el uno con el otro.
Recuerda que tu gato sigue necesitando el libre acceso a todos sus recursos, incluido el acceso al jardín (o al arenero), sin tener que pasar por la zona en la que inicialmente se encuentra tu perro y donde pasará la mayor parte de su tiempo en el futuro
Una vez que tu gato y tu perro hayan sido introducidos con éxito, hay muchas cosas que puedes hacer para que sus vidas sean lo más armoniosas posible.
Si tu perro constantemente muestra signos de estar demasiado emocionado con los gatos y no puede calmarse, es posible que no sea seguro que estén juntos. Si tu perro se comporta así con los gatos, te recomendamos mantenerlos separados en todo momento y ponerse en contacto con un etólogo, especialista en comportamiento animal.
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