Actualmente, el sistema de clasificación funcional consensus ACVIM, propuesto por el American College of Veterinary Internal Medicine para la clasificación de la enfermedad mixomatosa de la válvula mitral, es al año 2021 la clasificación gold standard en medicina veterinaria.
Entre la clasificación B2 Y C se deja a criterio médico el uso de tratamiento terapéutico con Pimobendan. Por esto, en Gabrica, como expertos en la industria de las mascotas, a continuación sintetizamos la información referente al manejo de tratamiento terapéutico clínico actual con Pimobendan según la clasificación ACVIM.
Vea a continuación el testimonio o abordaje de caso clínico de Anselmo, un perro French Poodle, con enfermedad cardiaca, tratado por el Dr. Sergio Galvis, médico veterinario.
Vea el desarrollo de este caso clínico completo en nuestro testimonial aquí.
El aparato valvular está compuesto por las cúspides o válvulas (septal o anterior y parietal o posterior), anillo fibroso, cuerdas tendinosas y músculos papilares. En condiciones normales las cúspides se presentan como estructuras que están unidas por medio de las cuerdas tendinosas a los músculos papilares.
Las cúspides se presentan unidas en su base al anillo fibroso de la valva atrioventricular, que se denomina anillo valvar.
La enfermedad mixomatosa de la válvula mitral, es la cardiopatía adquirida más común en caninos, representando aproximadamente el 75 % de todas las cardiopatías de esta especie, siendo de mayor presentación en razas de pequeño tamaño y con edades por encima de los 12 años.
Existe en los caninos de raza Dachshound y Cavalier King Charles Spaniel una base genética hereditaria aun no esclarecida, que predispone a la posibilidad de desarrollar la patología de enfermedad mixomatosa de la válvula mitral. Pero también el estudio realizado en la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, donde el N que tomaron, mostró un predominio de perros tipo caniche, machos con signos de insuficiencia cardiaca congestiva por enfermedad valvular degenerativa crónica. [4]
La enfermedad mixomatosa de la válvula mitral se da por deformidades de tipo nodular en las cúspides valvulares, y les da una apariencia de engrosamiento que llevan a una distensión de las cuerdas tendinosas. El engrosamiento es debido a depósitos de mucopolisacáridos al interior de la cámara esponjosa de la cúspide y lleva a la fibrosis valvular.
Esta patología afecta principalmente el aparato valvular izquierdo (valva mitral), generando regurgitación durante la fase de eyección ventricular, y llevando a un aumento de las cámaras cardíacas izquierdas.
Algunos perros pueden mostrar signos sutiles asociados con la patología cardiaca, antes de que se desarrollen los signos más evidentes atribuibles a cardiomegalia, como lo son:
Sin embargo, solo con los síntomas que desarrolla el paciente, no es posible generar una clasificación de qué tan avanzada se encuentra la patología. Es por esto, la importancia de que los veterinarios reconozcan el consenso de ACVIM como una guía para diagnosticar la etapa y el tratamiento recomendado específicamente para la enfermedad mixomatosa de la válvula mitral.
Las declaraciones del consenso se orientan en la medicina basada en evidencia, las etapas clínicas de la enfermedad valvular mixomatosa, son más adecuadas que las adaptadas por la New York Heart Association (NYHA), y el International Small Animal Cardiac Health Council (ISACH), que son basados en la clasificación funcional.
La clasificación tiene como objetivo, categorizar a los pacientes de manera objetiva en el curso de la enfermedad cardiaca y vincular, según la gravedad de los signos para sí brindar tratamientos adecuados en cada etapa.
El sistema propuesto es de la siguiente manera:
Según estudios en la primera etapa de la enfermedad mixomatosa de la válvula mitral (clasificación B1), los caninos tienen un largo periodo asintomático (Estadios B1 y B2), y se revela que la mayor parte del agrandamiento del corazón, ocurre en el año anterior al inicio de la insuficiencia cardiaca congestiva, es así que, los caninos en clasificación B1 tienen insuficiencia de la válvula mitral , pero no hay evidencia de agrandamiento cardiaco.
En aquellos caninos en los que la enfermedad progresa, el tamaño del corazón aumenta como consecuencia de la sobrecarga de volumen del lado izquierdo. Se considera que los caninos con agrandamiento cardiaco que aún no han desarrollado signos de insuficiencia cardiaca congestiva, se encuentran en la etapa B2 .
En algunos caninos, se desarrollan signos de insuficiencia cardiaca congestiva, típicamente después de un periodo durante el cual el corazón experimenta un agrandamiento progresivamente más rápido.
Se han descrito efectos del tratamiento con Pimobendan en caninos con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral en clasificación C, pero no está esclarecido en caninos con enfermedad en clasificación B.
Descarga aquí la guía de la clasificación y tratamientos de cardiopatías caninas.
El Pimobendan es un fármaco con propiedades de acción inotrópicas positivas y vasodilatadoras. Los efectos vasodilatadores, ocurren mediante la inhibición de la fosfodiesterasa III, que es la enzima que degrada el monofosfato de adenosina cíclico (AMPc). Por lo tanto, su acción es para aumentar las concentración intracelulares de AMPc. Generando reducción tanto en la precarga como en la poscarga.[4]
Los efectos inotrópicos del Pimobendan se atribuyen a su acción como sensibilizador del calcio, que aumenta la interacción de la troponina C con las proteínas contráctiles. Lo que se traduce en un aumento de la contractilidad del miocardio, sin aumentos en los consumos miocárdicos de oxígeno y energía.[4] También entre los efectos que se le atribuyen, se encuentran actividad antiinflamatoria, aumento de sensibilidad de los barorreceptores y disminución en la agregación plaquetaria. Las dosis recomendadas en caninos son de: 0.25 – 0.3 mg/ Kg cada 12 horas PO.
El Pimobendan se considera un fármaco seguro con pocos efectos colaterales y buenos resultados terapéuticos, en caninos con degeneración mitral y cardiomiopatía dilatada. [4]
Estudios previos en caninos con cardiomegalia secundaria a enfermedad cardiaca, han demostrado una reducción en el tamaño del corazón, asociada con la administración de Pimobendan. (4) La reducción del tamaño del corazón, fue evidente por 3 índices diferentes:
También hubo un aumento en el % de FS (fracción de acortamiento) en caninos que recibieron este fármaco.
Y aunque fue una consideración preclínica (por el tipo de caninos reclutados al inicio del ensayo clínico con el uso de Pimobendan), también se observó cambio en dos variables:
Esto nos puede llevar a que, si la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria en reposo disminuyen, podría ser un indicador de una mejor estabilidad en la salud de los caninos. y por ello, puede ser asociado con una prolongación en el tiempo del progreso de la patología a un estadio aún mayor en insuficiencia cardiaca congestiva.
En otro estudio realizado con anterioridad, evaluaron caninos con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral en estadio C, y demostraron que el uso de Pimobendan se asocia con una reducción del tamaño del corazón.
Esta reducción en el tamaño del corazón, podría ser benéfica en caninos con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral en estadio B2, siempre que se mantenga una perfusión sistémica adecuada.
También reportan la hipótesis del uso de Pimobendan de manera indefinida en caninos con aumento del tamaño del corazón, secundario a enfermedad mixomatosa de la válvula mitral, que no reciben otros medicamentos cardiovasculares, podría retrasar la aparición de signos de insuficiencia cardiaca congestiva en clasificación B2, a caninos que no lo recibieron.
Se muestra que el Pimobendan en caninos en estadio C, logra reducir significativamente la presión auricular izquierda, mientras que el Benazepril solo, no lo hace, [4] por lo que muchas de las recomendaciones que se dan en un tratamiento farmacológico con IECA, es que sea realizado en conjunto con Pimobendan.
Aunque hay otro estudio donde se hace la hipótesis de que en las etapas B y C, donde teóricamente el inotropismo ventricular aún se conserva, el beneficio del uso de Pimobendan en estos casos, se debe a sus efectos vasodilatadores, más que a su efecto inotrópico positivo. Pero se sabe que el uso de Pimobendan en caninos con enfermedad mixomatosa de la válvula mitral, aumenta la supervivencia comparada con animales que solo son tratados con IECAS.[4]
Para finalizar, tenga en cuenta que los estudios incluidos anteriormente, informaron mejoras en el paciente con respecto a la reducción del tamaño del corazón, pero es muy dependiente que se haga una clasificación apropiada del paciente según ACVIM, ya que los autores sostienen que el uso temprano del fármaco, puede incluso provocar efectos nocivos sobre el corazón.[4]
Si le gustó este contenido, compártalo con sus colegas y encuentre más artículos como este en nuestro Blog para especialistas, creado por Gabrica exclusivamente para los Médicos Veterinarios.