La leucemia felina es una de las enfermedades que se presentan con mayor frecuencia en los gatos domésticos y ocasionalmente en gatos salvajes. Al respecto de este diagnóstico en felinos, en el Programa Ciencia de Gabrica realizamos este artículo científico sobre leucemia felina, que permitirá a médicos veterinarios y estudiantes, profundizar sobre el diagnóstico y tratamiento y las respectivas medidas de prevención desde las Clínicas Veterinarias.
La Leucemia Felina es un gammaretrovirus de la familia Retroviridae, subfamilia Oncornaviridae, que genera inmunosupresión y es oncogénico. El VileF está compuesto por un genoma de ARN que cuando se une a la célula blanco, lo hace a través de una fusión con la membrana celular y libera su ARN viral al citoplasma, en donde se transcribe por medio de enzima transcriptasa reversa (RT) a ADN, que es transportado al núcleo celular, donde se integra posteriormente al genoma celular denominándose “provirus”, logrando así que el gato quede infectado toda su vida (2013, Restrepo, González, Zapata ,Sáenz).
El Virus de Leucemia Felina en Colombia es un patógeno conocido también por las siglas VileF. Según el laboratorio Zooanaliz, entre el 2017 y 2018, en nuestro país, alrededor del 20% de los casos reportados en gatos fueron ocasionados por este virus, el cual es considerado una enfermedad que tiene un alto índice de mortalidad y de transmisión y que puede afectar gravemente a los gatos en cualquier etapa de vida, siendo más frecuente en los gatos jóvenes entre 1 y 3 años de edad.
A pesar de que el porcentaje de casos clínicos de Leucemia Felina en Colombia es alto, en el día a día de las diferentes clínicas veterinarias existen algunas controversias o puntos de vista médicos diferentes con respecto al diagnóstico, tratamiento y manejo preventivo frente a esta enfermedad. Si bien esta es una patología que no tiene cura, es importante tener en cuenta su prevención y opciones de los diferentes tratamientos existentes como aplicar la vacuna en los animales con esta patología para evitar el contagio hacia otras especies.
La leucemia felina (VileF) es un virus que se presenta en su mayoría en gatos callejeros, gatos en hacinamiento o aquellos que se encuentran en condiciones ambientales no óptimas o contacto con gatos portadores/ infectados. Este virus se transmite tras su eliminación en saliva, heces, heridas frescas, secreciones nasales, orina (transmisión horizontal), a través de la placenta y/o leche de los gatos infectados (transmisión vertical); adicionalmente se puede transmitir por medio de vectores como la pulga, que en caso de picar a un animal infectado y pasarse a uno sano, lleva la enfermedad a este, también se puede transmitir por medio de fómites como los bebederos, comederos compartidos dentro de ambientes donde se favorece la diseminación de la enfermedad.
Los gatos pueden presentar su sintomatología de manera diferente dependiendo de la respuesta inmunológica:
En conclusión, la presentación del virus de leucemia felina depende de la forma en la que este se relacione con el huésped. Esta enfermedad puede llegar a ser asintomática, sin embargo, las manifestaciones clínicas que se presentan incluyen inmunosupresión, anemia (normalmente no regenerativa), leucopenia, trombocitopenia y linfoma, dejando al paciente infectado vulnerable a infecciones o patologías secundarias como estomatitis, neumonía, enteritis crónica, uveítis, glomerulonefritis, trastornos reproductivos (Reabsorción embrionaria, abortos, muerte neonatal) y poliartritis.
La forma en la que se puede realizar el diagnóstico de Leucemia Felina es cuando el virus (VileF) genera una infección latente, es decir, que esta circulante en la sangre, sean antígenos virales solubles o glóbulos blancos que contienen antígenos del virus.
Este virus contiene proteínas que son capaces de generar una respuesta inmune muy específica, además sus antígenos son idénticos en todos los subgrupos del virus, como la proteína viral p27 se sintetiza en gran cantidad, está en el citoplasma celular o medio extracelular, por lo que en el mercado veterinario existen varias pruebas rápidas que determinan la presencia del virus en el paciente y hacen más fácil su diagnóstico o su prevención temprana como:
Por medio del diagnóstico clínico se puede iniciar un plan de prevención en los animales infectados o expuestos a esta enfermedad. Por eso, debemos tener en cuenta que descartar animales por tener leucemia felina, debe ser la última opción.
El control de la población es uno de los puntos más importantes para evitar la diseminación del virus; los gatos callejeros o que están acostumbrados a salir de su casa deben estar siempre con sus vacunas al día, control de ectoparásitos (pulgas) cada mes, desparasitación cada 3 meses y visitas recurrentes al veterinario; los gatos que están enteros (hembras y machos) deben ser esterilizados para evitar la sobrepoblación y el riesgo de transmitir y diseminar el virus.
Los animales de interiores que conviven con más gatos deben tener espacios amplios, limpieza constante de su entorno y de sus literas, además de tener calidad y cantidad de areneros acorde a la cantidad de gatos que habitan ese ambiente (1 gato=2 areneras, 2 gatos=3 areneras etc.…), control de ectoparásitos y endoparásitos constantemente, pruebas de leucemia cada que ingrese un gato nuevo a un nuevo ambiente y visitas recurrentes al veterinario.
Los protocolos de vacunación en gatos inician a partir de los 3 meses de edad, siendo la vacuna de la Leucemia felina opcional, pero no menos importante. No es necesaria a la hora de iniciar el proceso de vacunación, pero en casos de alto riesgo como hacinamiento, ingreso de animales positivos a un nuevo entorno, gatos recogidos de la calle, gatos con mayor exposición a gatos infectados, es indispensable pensar en la aplicación de la vacuna, después de un diagnóstico acertado.
La vacuna con mayor ventaja en el mercado es la vacuna de laboratorio Zoetis Leukocell ®2, ya que está compuesta de antígenos virales altamente inmunogénicos, lo que hace que el sistema inmune produzca anticuerpos contra gp70, FOCMA, evita la aparición de tumores linfoides y antígenos virus- neutralizantes. Además, es altamente segura ya que no interfiere con las pruebas diagnósticas, de aplicación subcutánea y protección a partir de las 2 semanas de aplicación.