Actualmente, los sedantes se usan ampliamente en la clínica veterinaria para inmovilizar químicamente a los equinos a los que se les van a efectuar procedimientos poco invasivos. Por eso, a continuación en Gabrica, hablaremos acerca de la detomidina en analgesia, la sedación equina y sus antagonistas ¿Quiere conocer más? ¡Siga leyendo!
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Estos fármacos también son administrados de forma rutinaria en la pre anestesia, ya que resultan beneficiosos para el desarrollo de la anestesia general.
Cuando se utilizan de forma apropiada, proporcionan un estado de calma y sedación que permite vencer la resistencia y excitación que en condiciones normales, se manifestarían durante la inducción anestésica, reducen el estrés y las dosis necesarias de anestésicos generales por fenómenos de sinergismo.
Los agonistas α-2 han adquirido una especial relevancia debido a sus efectos sedantes, analgésicos y anticonvulsivantes. Si se estimula a bajas dosis, produce efectos ansiolíticos similares a los de las benzodiacepinas, mientras que estimulado a dosis más elevadas induce una sedación profunda y analgesia.
Su activación no suele producir una depresión respiratoria profunda y no crea adicción. Se han encontrado receptores α-2 en el sistema nervioso central (SNC), tracto gastrointestinal, útero, riñones y glóbulos rojos.
Sin embargo, estos sedantes si producen alteraciones en el sistema cardiovascular, tales como hipertensión/hipotensión, bloqueos auriculo ventriculares y bradicardia, que deben considerarse antes de su administración, pero existen antagonistas selectivos que revierten rápidamente las acciones producidas por los mismos.
La detomidina es un derivado imidazólico lipofílico y ligeramente básico, fue desarrollada para su uso como sedante/analgésico en caballos y ganado.
Resulta de gran utilidad en équidos agresivos ya que su potente efecto sedante permite el mejor control de estos animales, además la elevada concentración a la que es comercializada, permite su administración rápida por vía intramuscular.
Uno de los avances más importantes de la última década de la anestesia veterinaria, ha sido la síntesis de antagonistas para la reversión de sedantes. Adquiere especial relevancia, la aplicación clínica de antagonistas α-2, como la yohimbina, la tolazolina, el atipamezol, para revertir las acciones de los agonistas α-2 adrenérgicos.
La yohimbina es un antagonista α-2 efectivo, aunque menos específico que el atipamezol. Puede causar una hipertensión transitoria, excitación del SNC, tremores musculares, salivación, incremento de la frecuencia respiratoria y mucosas hiperémicas.
Revierte la analgesia inducida por los agonistas α-2, por tanto, está contraindicada en pacientes donde la analgesia depende únicamente de estos compuestos.
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Por otra parte el atipamezol es el antagonista α-2 adrenérgico más selectivo, la especificidad del atipamezol por los receptores α-2 adrenérgicos es superior a la de otros antagonistas disponibles y carece de actividad beta, gabaérgica, histaminérgica, dopaminérgica, serotoninérgica, muscarínica, opiácea y benzodiacepínica.
No se recomienda su administración endovenosa, y el antagonismo de los efectos sedantes y analgésicos se produce a los 5-15 minutos de su administración.
Tras el uso del atipamezol, la analgesia deberá ser complementada con otros fármacos en aquellos pacientes donde solamente se hayan empleado agonistas α-2. Tras la administración de este compuesto pueden aparecer temblores musculares, vómito, hipersalivación, diarrea y excitación.
Para finalizar, dejénos saber en los comentarios su opinión acerca de la detomidina y sus usos.