Dentro del Pet Grooming hay diversas razas que por su manto y pelaje requieren de procesos muy específicos para lograr un aspecto deseado. El Boyero de Flandes, o también conocido como Bouvier des Flandres, es un perro de origen franco-belga, específicamente de la región de Flandes, como su nombre lo indica. Su estética resalta por ser corpulenta, compacta, corta y rústica. Para lograr dichas características, se deben emplear métodos de acicalamiento hechos por profesionales para obtener el mejor resultado. Si usted como Pet Groomer quiere profundizar en el proceso de peluquería canina que exige el Boyero de Flandes, continúe leyendo.
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Según la Federación Cinológica Internacional, el Boyero de Flandes tiene las siguientes especificaciones en su pelaje:
Es muy tupido. El pelo de cobertura, junto con el subpelo espeso, forma una capa que lo protege del clima variable de su país.
Pardo-rojizo o gris, en ocasiones atigrado o carbonado; el negro también está admitido. Los tonos deslucidos, claros, amarillos o sal y pimienta no son deseables.
Áspero al tacto, seco y duro, de unos 6 cm de largo, ligeramente ondulado, nunca lanoso ni rizado. En la cabeza es más corto, y es raso en la cara exterior de las orejas. En el dorso se presenta compacto y crujiente, mientras que en las patas es más corto y sigue siendo áspero.
Entrepelo fino y apretado que lo impermeabiliza. Debe tener una densidad equilibrada.
El tamaño ideal de un Boyero de Flandes es de 62 a 68 cm en los machos adultos y de 59 a 65 cm en las hembras. Además de ser muy tranquilos y equilibrados, el Bouvier des Flandres es idóneo para jugar con niños y protegerlos.
Aunque parece que esta raza no muda de pelaje, sí lo hace. Lo que pasa es que debido al espesor de su pelaje, hace que el pelo muerto quede atrapado. Se sugiere peinar cada 2 días para evitar enredos y remover el pelo muerto cada 3 meses.
Para lograr un pelaje equilibrado y una piel sana sin descamaciones y escamas, su manto deberá ser manipulado por un profesional en Pet Grooming.
El acicalamiento para esta raza emplea diversas técnicas y elementos:
Se comienza por las zonas que nos permitan usar esta herramienta. Con una cuchilla corta (de 1 mm), se procede a pelar las orejas; seguimos con el cráneo con una cuchilla de 3 o 5 mm, dependiendo de la densidad del pelo, desde la zona posterior a la depresión nasofrontal hacia el occipital, y de las comisuras externas del ojo hacia la comisura interna y de la oreja.
Consejo: El cráneo debe parecer más plano y más largo que ancho, con una proporción cráneo-hocico de tres a dos como define el estándar.
Continuando con la máquina con cuchilla de 3 mm, se afeitará la parte trasera de la cola y unos 2-3 cm alrededor del ano.
Las orejas deben perfilarse con tijeras planas para conseguir un mejor acabado.
El uso de herramientas como los king-coat de dientes separados e incluso los peines será de gran utilidad para el mantenimiento del entrepelo. Con esto se evita que el subpelo prolifere excesivamente enredándose en la raíz, lo que daría un aspecto descuidado del perro.
Consejo: Recuerde que no se debe abusar. No se trata de eliminar todo el subpelo. Con esta acción, el pelo quedaría demasiado aplastado.
El pelo de cobertura, áspero y duro al tacto, debe ser mantenido con esta técnica de arranque. Se tendrá que renovar capas cada 3 meses, a medida que se exceda la longitud permitida de 6 cm.
En cuello, dorso, grupa, hombros y costados, con la ayuda de unas cuchillas de stripping, habrá que arrancar el pelo duro más largo (este es el más maduro, así que tendrá menor resistencia).
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Ya una vez el Boyero de Flandes consiga la textura típica de su raza, se dará forma al ejemplar con cuchillas de stripping y tijeras de esculpir.
Debe estar bien diferenciado del cuerpo, separado de los hombros y con una unión gradual hacia el tronco; el pecho, sin papada.
Se deberá dejar un flequillo que irá en línea con el cráneo, y se retocarán sus laterales para dejar los ojos descubiertos. También habrá que retocar con las tijeras dentadas la línea que va desde el ojo hasta la oreja, difuminando el posible salto de la máquina.
Serán más largos que el pelo del resto del cuerpo. En la parte superior del hocico, los pelos serán más cortos y ásperos, y no sobrepasarán la trufa para respetar la proporción de la cabeza. El mentón tiene que mantener su barba abundante, ya que es algo característico del Boyero de Flandes.
Tras el arranque, debe ser retocada con tijeras, buscando un cilindro sin mechones que sobresalgan.
Se deben dejar bien descendidas, firmes y bombeadas. La visión trasera del ejemplar siempre ha de ser recta, buscando paralelismo entre ambos miembros.
Luego de retirar el pelo sobrante de los cojinetes plantares, se han de dejar redondos y compactos.
Definirla con tijeras planas en diagonal.
Como Pet Groomer es importante que conozca las herramientas y técnicas empleadas para lograr el aspecto característico del Boyero de Flandes. Esta raza tiene una imagen muy rústica, por lo que dar el toque de tijera en todo el cuerpo puede desviarnos y no proporcionar el acabado deseado.
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Referencias
Gómez Ferrán, A. G. F. (s. f.). Peluquería canina.