Él es Tom, lo encontraron solo caminando por Dapa, "debe estar perdido", es lo primero que piensas cuando te encuentras deambulando un perro tan bonito. Lo publicaron, difundieron su foto y su información, pero nadie apareció o no quiso aparecer, eso ya no importa.
Tom tuvo la suerte que lo encontró un veterinario, lo llevaron a la clínica y le curaron primero el cuerpo y luego el alma. Por su tamaño y energía no lo podían seguir teniendo allí, no es buen lugar para un perro así... Entonces llegó a la fundación y espera a que alguien vea lo hermoso que es y se enamore de él. Tom es de esos perros que te seguirían siempre, fiel sin importar lo que pase.