Alaska, lleva 5 meses en la fundación y es feliz, llena de energía, es joven, ella sobrevivía en la calle y aprendió las reglas de esa jungla, trataron de darle un hogar, pero siempre lograba escaparse para ir a buscar comida entre el basurero del barrio Compartir, supongo que cuando tu vida ha dependido de eso, es difícil borrarlo, lógico siempre enfermaba y no había desparasitante que diera a basto.
Cómo última medida, prefirieron entregarla a un lugar donde estuviera más segura y se adaptará mejor. Aprendió de sus compañeros peludos a confiar y saberse segura y de los humanos de la fundación aprendió que ya le hará falta comida. Los días de buscar en la basura ya terminaron.