Si pensabas que el moquillo era una enfermedad neta y exclusivamente de los perros, pues te equivocas. Nuestros amigos felinos también pueden estar expuestos a este virus que es muy similar al que afecta a los caninos, aunque no es un enfermedad “gemela”. En Gabrica, como expertos en mascotas, te contamos todo acerca del moquillo en gatos. ¡Sigue leyendo!
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Comúnmente lo conocemos como moquillo felino, pero médicamente esta enfermedad se denomina Panleucopenia Felina (FPV). El moquillo felino no se debe confundir con el moquillo canino: a pesar de que comparten nombre, los virus que los causan son diferentes. La FPV es causada por el parvovirus felino, siendo los gatos jóvenes, enfermos y sin vacunar los más vulnerables a infectarse. En el pasado, el moquillo felino era una de las principales causas de muerte en gatos, pero con el desarrollo de vacunas para prevenirlo, han hecho de esta enfermedad algo poco común actualmente.
Este virus se encuentra en el ambiente, así que muy probablemente tu gato haya estado expuesto al moquillo felino en cualquier momento de su vida. Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria: “los criaderos, tiendas de mascotas, refugios para animales, colonias de gatos salvajes no vacunados y otras áreas donde hayan sido albergados grupos de gatos son los principales depósitos de la Panleucopenia Felina”. El moquillo en gatos se transmite cuando los felinos entran en contacto con orina, heces o secreciones nasales de gatos infectados, o incluso por pulgas infectadas.
Un dato preocupante es que el virus puede durar hasta un año en el ambiente, así que la transmisión no se da únicamente cuando los gatos entran en contacto con secreciones de otros ejemplares infectados, sino que también las camas, jaulas, ropa o demás objetos o superficies que hayan estado en contacto con gatos con moquillo, pueden albergar el virus y transmitirlo a otros felinos. Si a este punto del artículo te estás preguntando cómo limpiar para eliminar el virus de las superficies, en Gabrica te contamos que el moquillo es resistente a la mayoría de desinfectantes, así que no son buenas noticias para ti como padre de mascota.
Los síntomas del moquillo en gatos pueden variar y ser muy similares al de otras enfermedades como la infección del virus de inmunodeficiencia felina (VIF) o del virus de leucemia felina (ViLeF). Sin embargo, los primeros signos que puedes observar como padre de mascota si tu gato tiene moquillo son:
Debes tener en cuenta que los gatos son muy buenos escondiendo sus malestares; por lo tanto, cuando observes alguno de estos signos, posiblemente la enfermedad ya esté muy avanzada. En el primer momento que observes una conducta anormal en tu gato, lo ideal es que lo lleves a un chequeo veterinario para verificar que todo esté bien o, por el contrario, identificar cualquier anomalía en una etapa temprana.
Si tenías alguna sospecha sobre el moquillo en tu gato y ya fue confirmada por tu médico veterinario, sigue las recomendaciones que el profesional te indica. Es relevante que sepas que como tal no hay medicamentos que erradiquen el virus; por lo tanto, se realiza un tratamiento para reducir los síntomas que la Panleucopenia Felina genera en tu gato. Por otro lado, las probabilidades de que un gato menor a las ocho semanas de vida sobreviva al moquillo son muy inferiores en comparación a los gatos mayores.
La administración de medicamentos y líquidos formulados por tu médico veterinario, harán que el sistema inmunológico de tu gato se fortalezca para poder sobrellevar la enfermedad. En otras palabras, con los cuidados necesarios, el propio cuerpo de tu gato será capaz de lidiar con el moquillo.
El tratamiento para el moquillo en gatos se enfoca en “corregir la deshidratación, brindar nutrientes y evitar infecciones secundarias”. Si tu mascota sobrevive en los primeros 5 días, sus posibilidades de recuperación se incrementarán significativamente. Debes tener en cuenta que aislar a tu gato de otros felinos es estrictamente necesario para evitar la propagación del virus. Aunque un gato recuperado de FPV queda como portador y puede seguir transmitiendo el virus a través de las secreciones, principalmente las heces.
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La vacunación siempre será tu aliada a la hora de evitar que tu gato se infecte con alguno de estos peligrosos y mortales virus. La vacuna contra la Panleucopenia Felina se encuentra dentro de las vacunas obligatorias que debes aplicarle a tu mascota. Así que ya sabes, para no tener dolores de cabeza a futuro, prioriza y mantén al día el esquema de vacunación de tu felino.
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